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Atención a los síntomas: gases

Los gases en la pancita de los niños pequeños se deben a una acumulación de aire en el sistema digestivo pero no existe un consenso respecto a lo que es “normal” y lo que no.

Es normal que los niños tengan gases, pero puede ser molesto e interrumpir su sueño y hábitos de alimentación.

Si quieres aprender acerca de cuáles factores de alimentación pueden ayudar a aliviar sus molestias, sigue leyendo y te contamos.

Por Dra. Annie Salsberg enero 03, 2019.

Los gases en la pancita de los niños pequeños se deben a una acumulación de aire en el sistema digestivo pero no existe un consenso respecto a lo que es “normal” y lo que no.

¿Cuáles son los síntomas?

Es normal tener gases, especialmente los más pequeños. Pero estos no deberían causar molestias y tendrían que

pasar fácilmente.

Cuando los gases son excesivos y no pasan fácilmente, es un síntoma que se puede asociar con una pancita distendida, dolor abdominal, flatulencia excesiva, eructos y constipación.

¿Cuáles son las causas?

La acumulación de aire en el sistema digestivo se debe principalmente a tragar aire. Para los niños esto puede suceder cuando están comiendo, cuando toman su mamila y/o cuando lloran. Adicionalmente, los gases pueden crearse en el intestino grueso cuando las bacterias descomponen los alimentos no digeridos.

La dieta específica de cada individuo, además de los alimentos comunes que no se digieren fácilmente, tienen más probabilidades de crear gases.

¿Cuáles son las soluciones?

Aunque generalmente los gases no causan dolor en los niños, es importante consultar a tu profesional de la salud para descartar otras causas más graves de esos síntomas.

La dieta puede jugar un rol importante para aliviar los gases. Algunos alimentos que suelen crear más gas en el intestino grueso incluyen por ejemplo: granos enteros (altos en fibra), endulzantes en alimentos procesados como jarabe de maíz alto en fructosa, refrescos carbonatados y vegetales como coliflor, brócoli, repollo y frijoles. Puedes eliminar estos alimentos de su dieta, uno a la vez, para ver si pueden estar contribuyendo al dolor causado por gases.

Identificar y eliminar otros posibles desencadenantes de diferentes alimentos también puede ser útil; esto es único en cada niño. Un buen lugar para comenzar es llevar un diario de la dieta por 7 días. Tomando nota de los síntomas y los alimentos para ver cuál es la relación potencial. Si la leche de vaca parece estar contribuyendo al gas en tu pequeño, intenta cambiarla por una alternativa más fácil de digerir.