Aprende a almacenar la leche para bebés de forma segura: consejos y detalles clave
Cuando se trata de alimentar a tu bebé, la seguridad y la higiene son fundamentales. Ya sea que estés utilizando leche materna o de fórmula, el almacenamiento adecuado es esencial para mantener a tu pequeño saludable. Hoy, en Kabrita, te hablaremos específicamente de cómo almacenar la leche para bebés, resolviendo tus dudas y ofreciéndote valiosos consejos. ¡Comencemos!
¡La higiene es la clave!
Antes de ahondar en el tema del almacenamiento, es esencial hablar acerca de la higiene. Asegúrate de tener las manos limpias antes de manipular la leche. También es esencial que se utilicen recipientes limpios y esterilizados para su almacenamiento.
Puntos clave para el correcto almacenamiento de la leche para bebés, ¡toma nota!
Calcula las cantidades a almacenar
Procura almacenar este líquido en porciones pequeñas, teniendo como límite 5 onzas. Esto, además de facilitar su congelación y descongelación, evita desperdiciar cualquier exceso. Además, las porciones pequeñas permiten que tu bebé consuma la cantidad adecuada en cada toma.
Si no vas a darle la leche a tu peque, ¡refrigérala inmediatamente!
Recuerda que el tiempo es crucial para preservar la calidad y seguridad de la leche, independientemente de si es materna o de fórmula. Lo ideal es colocar la leche en el refrigerador antes de que haya pasado una hora después de la extracción. El mejor tip es mantener este líquido en la parte posterior del refrigerador, donde la temperatura es más constante.
Es importante tomar en cuenta que la leche materna puede ser almacenada en el refrigerador durante un máximo de cuatro días a 4 °C. Si tu plan es conservarla por un periodo de tiempo más largo, lo mejor es congelarla.
También puedes ayudarte del congelador
En caso de que desees congelar la leche, esta debe ser colocada al fondo del congelador. Asegúrate de que la temperatura esté entre los -18 °C y -20 °C. Una vez dentro, este líquido puede permanecer congelado aproximadamente 11 meses.
Estas técnicas de almacenamiento ayudan a que la leche se mantenga fresca y sin perder sus propiedades o nutrientes. Sin embargo, lo más recomendable es alimentar a tu peque con leche prácticamente recién extraída o recién preparada. Por lo que te aconsejamos no recurrir a este método, a menos que sea completamente necesario.
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Detalles clave que no pueden faltar
- Coloca etiquetas en los biberones donde apuntes la fecha y hora en la que la leche fue preparada o extraída.
- Jamás descongeles o calientes la leche dentro del microondas. Lo correcto es hacerlo de forma indirecta, es decir, mediante el llamado “baño María” o dejando caer agua tibia sobre el biberón.
- Si alimentas a tu bebé con leche de fórmula, no olvides etiquetar la lata con la fecha en la que la abriste.
Kabrita, tu aliado en el cuidado de la pancita de tu bebé
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Referencias: